Se adquieren por contagio, en el caso de la gripe suele ser por contacto con la piel o por inhalación de gotitas expulsadas por el estornudo de un huésped contaminante.

Los virus tienden a vivir unas pocas horas en el medio ambiente y luego mueren.

Si el virus cruza todas las barreras y se instala dentro de una célula que le servirá para replicarse, se clonará miles de veces, cada nuevo virus infectará a cada una de las miles de células cercanas.

Al detectar al invasor, cientos de células del sistema inmunológico y células T CD4+ iniciarán una contraofensiva, provocando daños colaterales a las células sanas de la garganta, la persona sentirá malestar y verá enrojecimiento en la garganta.

Estos macrófagos aparecerán en escena para ayudar a eliminar los restos de células muertas y algunos virus. Los macrófagos engullen o fagocitan estas células, el resto es transportado al estómago por los cilios de la garganta.

Ayudan a mover los virus al estómago para que sean destruidos por el ácido estomacal. Estos cilios pueden ser dañados por las células del sistema inmunológico. Así solo quedará la mucosa para expulsar y arrastrar los restos de células muertas y otros virus a través de la tos.

son liberadas por los propios macrófagos del cuerpo, estas sustancias llegan a la sangre y provocan fiebre, fatiga, cansancio, hipersensibilidad y dolor, obligando al organismo a ir al reposo, el objetivo de este mecanismo de nuestro cuerpo es utilizar toda la energía para eliminar el virus. Por lo tanto, los síntomas no son causados por virus, sino que es una reacción de nuestro cuerpo contra los invasores, de esta manera las células inmunes aumentarán y ralentizarán la replicación del virus.

Son un tipo de células que recolectan espigas como medio de información para ir a la linfa en busca de una sola célula T (CD8+) que pueda matar definitivamente al virus.

ha reconocido una púa del virus y ha empezado a replicarse, para fabricar millones de minúsculas proteínas llamadas  "ANTICUERPOS" y a la vez va a ayudar a que se activen las células T CD8+.

Si se identifica un solo linfocito T CD8+, se dividirá y replicará miles de veces más, de modo que en pocas horas seran liberados al torrente sanguíneo en busca de células contaminadas por el virus.

Las células infectadas serán eliminadas con precisión por las células T CD8+ junto con todas las fuerzas de las células inmunitarias; neutrófilos, basófilos, asesino natural, T CD4+ y macrófagos se unirán para reducir completamente el virus. El paciente volverá a sentir molestias, pero esta vez es señal de que empieza la mejoría.

Como los cilios que barren los restos celulares han sido dañados en el proceso, sólo queda la tos como única forma de limpiarlos y despejar las vías respiratorias.

mientras que los linfocitos T CD4+, macrófagos y linfocitos T CD8+ atacan a todas las células infectadas, por otro lado los anticuerpos se adhieren a las espigas del virus expulsado para inactivarlos y evitar que infecte a otras células, erradicando así finalmente todas las células infectadas. virus que han causado la gripe.

Finalmente, las células T se arrugan y sólo se quedan unas células T con memoria para patrullar por el resto de la vida, y atacar a cualquier virus del mismo tipo que vuelva a intentar invadir al huésped.

La sensación de bienestar mejorará hasta que el sistema inmune reduzca totalmente su actividad. 

Dependiendo del proceso en el que se inicie la terapia se necesita trabajar a un determinado nivel con la terapia.

Como hemos visto anteriormente, es el organismo, sobre todo en el caso de los virus, quien activa sus propias defensas para eliminar a estos patógenos.

SCIO gENIO ayuda a la células dendríticas a identificar más rápidamente a las células T para que actúen rápidamente.

Por otro lado equilibra otros órganos y sistemas que se vean afectados y que pueden complicar la recuperación de una persona infectada.